Nuestro día a día está repleto de tomas de decisiones, por muy grandes o pequeñas que sean van a tener repercusiones en nuestra vida. Ahora, la toma de decisiones no es blanco o negro, por lo que debemos tener en cuenta el ahorro de tiempo, dinero y esfuerzos. Pero el lograr tomar buenas decisiones, ya sean personales, financieras, profesionales o académicas, no tiene una fórmula mágica, por lo que te vamos a dar consejos para lograr tomar una buena decisión.
Confía en tus instintos
Seguir una corazonada no es inmaduro, un juicio rápido puede ser mejor en muchas ocasiones. Hay situaciones que no necesitan de analizar las variantes durante mucho tiempo, o crear una lista extensa de pros y contras. Esto ayuda mucho en situaciones en las que podemos estar en riesgo y es necesario actuar al instante.
Sal de tu zona de confort
Estar familiarizados con algo nos genera comodidad, pero el estar acostumbrado a algo no quiere decir que sea la mejor opción para tomar. Un hábito no es positivo por el simple hecho de ser un hábito. Identifica lo negativo y toma la decisión que los reduzca o elimine por completo.
No caigas en presión social
La presión social afecta hasta a la persona más segura de sí misma. La influencia que las figuras de autoridad o nuestros pares que tienen en nuestras vidas muchas veces puede resultar negativa. Puedes aceptar distintos puntos de vista y opiniones, pero no dejes influir tus decisiones.
Reduce tus opciones
Muchos de nosotros nos llenamos de ansiedad a la hora de tomar una decisión ¿Qué tal si ese no es el camino correcto? Y generamos más caminos de los que deberíamos. Descarta las opciones no viables desde un inicio y sé realista.
Presta atención a tus emociones
No es lo mismo seguir tus instintos que actuar por enojo o entusiasmo. Nuestras emociones influyen más de lo que pensamos a nuestro razonamiento a la hora de tomar decisiones. Es de sabios actuar con la cabeza fría.